lunes, 6 de enero de 2014

El mecanismo de la investigación científica.

Lectura número II.
“Manual de economía política”.  C. Longo

EL MECANISMO DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA.

El hecho que nos trae aquí es la pregunta: “¿cómo se desarrolla la investigación?”. Sabemos que el conocimiento se inicia a partir  de los hechos, a partir de la observación de los mismos; y que por lo tanto, esta es la primera etapa de la investigación.
Podríamos afirmar así que cualquier observación es ya en sí misma un principio de análisis, pues lleva consigo una selección, comparaciones, deducciones, etc. 

“Por si mismos, los hechos no explican nada. Por tanto, las tareas de la investigación científica no consiste en registrar y coleccionar hechos, sino en descubrir, tras de la apariencia de los fenómenos, su verdadera esencia….”

La primera etapa: de la investigación científica. Consiste en observar los hechos,  seleccionar los más significativos,  descubrir las relaciones que los unen entre sí y en averiguar la evidencia, en cada hecho concreto, así como los aspectos más  significativos de cada uno. Una vez observados los hechos, es necesario encajar esos  resultados en un esquema coherente, en una visión, como dice Schumpeter, en la cual se puedan llenar las numerosas lagunas de la observación con supuestos hipotéticos más o menos justificados, de forma que la totalidad constituya una explicación coherente donde todos los hechos observados encuentren una explicación.

La segunda etapa: del trabajo científico.
Consiste en formular una hipótesis que explique el conjunto de los hechos de forma lógica y coherente. La característica esencial de esta etapa consiste en poseer una fantasía creadora. Así afirma Schumpeter: “los logros más poderosos de la ciencia no proceden de la observación, la experimentación y el ordenado trabajo lógico, sino de algo que valdría la pena llamar visión y que  es afín a la creación artística”.
La fantasía es la capacidad del pensamiento para crear mentalmente imágenes subjetivas distintas de aquellas que observamos en la realidad, es decir de aquellas que se desprenden de la percepción objetiva de la realidad a través de los sentidos. La fantasía permite al hombre crear mentalmente la imagen de aquello que no es, pero que él pretende alcanzar.
Por tanto es la fantasía, lo que hace al hombre un sujeto activo creativo, complementándose con la intuición.


La tercera etapa: del trabajo científico.
Consiste en comprobar que las hipótesis formuladas se corresponden con la realidad de los hechos observados; para lo cual será necesario volverlos a observar ampliando incluso el campo de observación.
La comprobación de las hipótesis  mediante experimentaos, constituye  el trabajo de esta etapa. “Al experimentar nos  convertimos en colaboradores de la naturaleza, producimos artificialmente lo que la naturaleza produce por sí misma” (A. Labriola).


La cuarta etapa: del trabajo científico.
Consiste en modificar o sustituir las hipótesis anteriormente formuladas con los resultados de la comprobación realizada previamente.
J. Schumpeter describe el contenido de este proceso cognoscitivo y lo hace empezando por la identificación de los fenómenos sobre los cuales quiere trabajar. Esta identificación es parte del proceso cognoscitivo pero no parte del proceso analítico; ya que se centra en suministrar el objeto.
Por su parte, el trabajo analítico realiza dos actividades fundamentalmente. La primera es la conceptualización de los contenidos de la visión y la segunda consiste en buscar  más datos empíricos con los que enriquecer y contrastar los hechos que se hayan percibido inicialmente.


El hecho de dedicarse a una investigación en concreto presupone un cierto interés teórico. Lo cierto es que  el trabajo aislado esta  siempre integrado en el seno de la investigación colectiva social humana; así una observación individual se convierte en colectiva  ya que el investigador individual utiliza no solo los hechos observados por el mismo, sino también los hechos analizados y descubiertos por otros.
Lo mismo hace con las hipótesis formuladas por otros investigadores para que finalmente el investigador individual utilice las conclusiones y elaboraciones de  otros científicos como partes integrantes de su propia elaboración e investigación.
Existen dos características peculiares del proceso de conocimiento con secuencias de orden práctico. La primera consiste en el hecho de que la condición esencial para poder utilizar los resultados de las investigaciones  hechas por otros  es que por nuestra parte hayamos iniciado, una elaboración propia. La segunda consecuencia de orden práctico se deriva del hecho de que no solo las concepciones y las ideas evolucionan históricamente, sino que también lo hacen los conceptos que las expresan.
Es decir, que es necesario desarrollar nuestro propio sistema de conceptos en vez de hacerlo solo para un concepto. Así como las conclusiones que se podrían sacar serían que toda ciencia tiene un objeto de investigación concreto, que toda ciencia utiliza un determinado método de investigación, y por último que toda ciencia, al aplicar un determinado método de estudio a su objeto de investigación, da – en cada etapa del proceso – una visión de conjunto del sector de la realidad que va a constituir su campo de investigación y en consecuencia una determinada visión científica de la realidad.
 Esta visión de la realidad se enriquece, se amplia y está formada por dos elementos fundamentales: los hechos y relaciones comprobado científicamente y los hechos y relaciones deducidos lógicamente, es decir, hipotéticos, temporalmente supuestos, que integran los momentos aislado de la visión en un conjunto coherente.

Se deduce así que en la ciencia lo esencial es el método; mientras que su objeto es proporcionar una visión de la realidad cada vez más exacta.


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